En algún momento de la pandemia se han considerado los dispositivos digitales como maná del cielo, permitiendo a los padres poder seguir con sus tareas y su trabajo. El momento más crítico fue durante el primer confinamiento, tal y como detalla este artículo del BBVA sobre ‘El impacto de las pantallas en la vida familiar durante el confinamiento‘, realizado por Empantallados.com y GAD3, con el apoyo de la Comisión Europea. La peor parte es que los niños más pequeños las han usado diariamente casi cuatro horas (76% más que antes) y cinco horas al día durante los fines de semana (un 33% más que antes). Como padres tenemos que empezar a retomar el control del uso de estos equipos. No es fácil pero hay que hacerlo. Con la solución que desarrollamos fuera del horario escolar, los padres gestionan el acceso que puedan tener al dispositivo y pueden congelar la pantalla si están excediendo su uso, sin tener que quitarles el dispositivo. Esto hace que la convivencia con la tecnología sea más cómoda.

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https://www.bbva.com/es/cual-fue-el-impacto-de-las-pantallas-en-la-vida-familiar-durante-el-confinamiento/