El control parental vuelve a levantar su cabeza pesada de nuevo. Tras muchos años desde que se declarara – de manera no oficial – que el control parental no era lo mejor para la convivencia de niños en casa en el siglo 21, la pandemia y aumento de acoso escolar, adicción a dispositivos e Internet (aceptado por padres y colegios mutuamente ya que necesitaban usarlas para seguir las clases), ha impulsado a ciertos colectivos a volver a apoyar esta política. La campaña, promocionada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), la Asociación de Internautas, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa) la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) propone “limitar la exposición a los riesgos a través de la configuración de controles en los dispositivos y aplicaciones, sobre todo a edades tempranas, reduciendo progresivamente las restricciones a medida que el menor va adquiriendo competencias y responsabilidad en el uso de Internet”. El interés en proteger a los niños online debería ser un gran enfoque de nuestra sociedad, sin embargo la opinión de Escudo Web es que hoy en día debería de tratarse de Interacción Digital Parental y no de Control Parental. Se trata de educar a los niños en el buen uso de las herramientas digitales, y no, de espiarles y controlarles. En estos últimos dieciséis meses los padres se han visto implicados más que nunca en la educación de sus hijos, pero todo esto, está basado de alguna manera en la comunicación. En cuanto a protegerlos también debería de ser otra serie de conversaciones. Cuando un colegio tiene nuestro software instalado en sus equipos (Windows, Chromebooks o Tabletas) el niño lleva el dispositivo a casa, y los padres tienen la posibilidad de gestionar el acceso del niño a páginas web de manera fácil (eligiendo entre el filtro escolar, filtro personalizarlo o incluso liberarlo si el colegio así lo configura), también puede congelar la pantalla para pedirle que realice una acción, como dormir, conversar o ir a comer, esta función ayuda a prevenir la adicción a la tecnología. Si conseguimos implantar y explicar nuestro concepto de “Interacción Digital Parental” no se debería recomendar el “Control Parental”, hay que evolucionar, por primera vez en la historia padres e hijos son nativos digitales.
