La amenaza del absentismo es un gran problema – sobre todo en época de pandemia – para todas las partes implicadas, pero en muchas ciudades y pueblos sigue siendo una realidad. El reto más difícil es ¿cómo cambiar esto?. Según este artículo de El País, el colegio Menéndez Pidal de Torreblanca en Sevilla, el cuarto barrio más pobre del país, ha conseguido enganchar a los estudiantes y pasar del 80% de absentismo en septiembre del 2020 al 2% actual. Conseguir esto no viene de un sólo factor, sino de múltiples, como por ejemplo el entusiasmo de los docentes, “una formidable mano izquierda para persuadir a las familias más reacias, haber captado todos los fondos de instituciones y ONG a su alcance, pintar el colegio de arriba abajo con alegres grafitis y su apuesta por sacar al patio las actividades lúdicas para espolear a los alumnos y activar sus sentidos”. Una cosa curiosa, que puede que contribuya mucho a su éxito, es que los alumnos conflictivos en vez de ser expulsados, son designados a una clase donde hacen sus tareas en solitario, para intentar perjudicar al mínimo al niño. Otra cosa importante es que el colegio “involucra a las familias y las mete en las aulas para contribuir al aprendizaje general y desterrar del todo el absentismo”. Este acercamiento se parece a las soluciones de Gestión de Aula de Escudo Web que aportan el concepto de “Interacción Digital Parental”, involucrando a los padres en la educación de sus hijos dejándoles gestionar los accesos a Internet fuera del horario escolar de manera remota a través de una app. Estamos convencidos que este aspecto es muy positivo en la educación de los niños.

https://elpais.com/educacion/2021-06-07/el-exito-del-colegio-que-repesco-a-sus-alumnos-para-volver-a-clase-tirate-al-cesped-subete-al-olivo-pero-lee.html