La época de navidades/reyes suele ser el momento idóneo para la compra de un teléfono móvil para un niño, aunque eso es solo la teoría. En este artículo de El País se comenta que en un estudio Anuario Estadístico de Cataluña “un 70% de los menores de entre 5º de primaria y 3º de la ESO dispone de móvil propio, donde se encuentran las familias con ingresos medios, donde más del 75% de los menores entre 10 y 15 años disponen de un móvil particular, o las familias de ingresos bajos (<1.600 euros al mes) e ingresos altos (>3.000 euros mensuales) que apenas rozan el 63%”. Curiosamente hay más chicas con móvil que chicos (70% vs 59%) reflejando el tema de seguridad como lo más importante. El artículo reconoce que la “educación digital es progresiva y de hecho comienza el primer día que nos ven relacionarnos con los dispositivos”. Este acercamiento está reflejado en el móvil que desarrollamos hace algunos años y que se comercializa bajo la marca Blabloo en Europa y Geniora en Asia. Además existen ya muchos informes que nos aportan la evidencia científica de que “el acompañamiento es clave. Ya podemos poner softwares de control parental o límites de tiempo, que si no creamos espacios de ocio y aprendizaje digital compartido, estaremos perdiendo oportunidades de ofrecerles contexto, ejemplos, confianza y comunicación”. Solo hay una manera de crear niños digitales responsables.
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